En Parque Patricios las paredes dicen y ese susurro de palabras, esas imágenes y esos rostros se actualizan, aparecen y los/as 30 mil se encuentran con otras y otros que desaparecen en este presente desmembrado de su historia.
* Por Clarisa Gambera
Héctor Germán Oerterheld (1977), Reimundo Gleizer (1976), Jorge Cayetano Loiacono (1976) caminan junto a Azucena Villaflor (1977) que se animó a buscar a sus hijos y a los hijos y las hijas de otras madres que también buscaban dejando sembradas las semillas de la memoria que nuestro pueblo ha sabido cuidar contra viento y marea. Por eso, Azucena vuelve una y otra vez como volvió su cuerpo del mar para que no olvidemos.
Anda ella junto a Carlos Samojedny, José Alejandro Díaz, Iván Ruiz Sanchez y Francisco Provenzano, militantes del MTP detenidos en la Tablada que se convirtieron en los primeros desaparecidos de la democracia.
Caminan en una marcha grande junto a los trabajadores y las trabajadoras, con los estudiantes, los jubilados y las jubiladas, caminan de la mano con sus hijos/as en una marcha de pibes y pibas que se animó a decir “EL HAMBRE ES UN CRIMEN”. Y en ese andar se encuentran y se entrelazan en una sola lucha con otros/as a quienes se intenta esconder, o explicar sus muertes arrancadas de esa lucha histórica, del relato histórico que las explica y contiene. Como si nuestros desaparecidos/as del pasado no hubieran luchado ante estas mismas injunticias y contra estos mismos poderes que desaparecen y asesinan hoy.
El mural ubicado en Uspallata y Zavaleta es un aporte a esa construcción de memoria colectiva, que no debe ser un capítulo cerrado sino que es un relato vivo, que viene de lejos y que explica este presente por eso están las desaparecidas en el rostro de Marita Verón (2002) y los aparecidos como Luciano Arruga. Están Pocho Lepratti (2001), Sandra Cabrera (2004), Dario Santillán (2002), Maximiliano kosteki (2002), Carlos Fuentealba (2007), Mariano Ferreira (2010) y Jorge Julio López (2006) el desaparecido dos veces.
El mural fue una propuesta que nació en el barrio y se fue gestando en distintas reuniones. Un mural es siempre una construcción colectiva por eso a las ideas se suman las manos que trabajan y así fue desde temprano.
El domingo 22 de marzo y en el marco de las actividades del mes de la memoria que impulsa la CTA se realizó el Acto Festival “Los derechos humanos de ayer, hoy y siempre”. La actividad organizada por la Regional Sur de la CTA a la que se sumaron compañeros/as de la CTA Capital contó con la presencia de compañeros/as que compartieron el trabajo, un almuerzo entre pinturas y pinceles, organizaron y le pusieron el cuerpo, la palabra y la música a una jornada que arrancó a las 10 de la mañana con la realización de un mural, contó con una radio abierta y cerró con un festival de música del que participaron Proyecto Chirimoya Folclore, La Flor de los Vientos y Matices del Perú.
* Secretaria de Acción Social de la CTA Capital e Integrante del Espacio de Niñez y Territorio