00Con un emotivo acto, quedó formalmente inaugurado el 2° Encuentro Nacional por la Niñez, que se desarrolla en el Galpón Centro de la Juventud de la ciudad de Rosario, con presencia de niñas, niños e integrantes de organizaciones sociales de Argentina, Uruguay y Paraguay.

Previo al acto, durante la jornada se llevaron a cabo paneles, presentaciones y mesas de trabajo temáticas, que continuarán este sábado. Migraciones, Violencia Institucional, Nutrición, Sistema Penal Juvenil y Situación de calle, fueron algunos de los tópicos abordados en los diversos espacios.

El acto inaugural dio inicio promediando las 19 horas, con la presencia sobre el escenario central, de un grupo de niños y niñas que- portando una amplia bandera con la leyenda “No somos peligrosos, estamos en peligro”- resumieron parte de lo trabajado durante el día en talleres.

“Los niños y las niñas no queremos abuso policial”; “Los niños y las niñas no queremos más violencia de género”, “no queremos más droga, ni abusos sexuales, ni contaminación” se leyeron a modo de consignas elaboradas por las niñas y niños.

01Luego fue el turno de Sergio Val, referente de la organización Che Pibe, quien recordó: “hoy a la mañana arrancamos el Encuentro con una ceremonia, con los representantes de los Pueblos Originarios que vinieron a participar. Ellos traen el conocimiento ancestral de nuestra armonía con la naturaleza, empezar a escuchar esas voces antiguas con responsabilidad, que tienen la sabiduría ancestral de la niñez”.

Posteriormente la secretaria adjunta de ATE Rosario, Lorena Almirón, remarcó “la importancia de encontrarnos, de poder debatir colectivamente qué políticas queremos para la niñez. Tenemos que interpelar al Estado pero también a nosotros como organizaciones acerca de qué tenemos para proponer y construir para nuestros pibes”.

Más adelante, Omar Giuliani, del Espacio Territorio y Niñez, señaló que en el encuentro “habrá mucho de diagnóstico , de aprendizaje, pero será muy importante poder transformar este diagnóstico y ese aprendizaje en acción política, de transformación, porque la vida de nuestros pibes se la están llevando hoy”.

En las diferentes alocuciones, hubo reminiscencias a Alberto Morlachetti, creador del Movimiento Los Chicos del Pueblo, y un incansable militante de los derechos de los niños. También se hizo mención a la figura de otro ícono en la lucha por estos derechos: el cura Carlos Cajade.

Por su parte, Adolfo “Fito” Aguirre, secretario de Relaciones Internacionales de la CTA-A y fundador del Foro por la Niñez, destacó que “un programa con mas de cien panelistas, con alto nivel en las exposiciones, y alto nivel en lo que representamos y lo que queremos desarrollar en este tiempo, nos viene a marcar que se trata de un encuentro que evidencia voluntad política para que en la Argentina pase otra cosa y no lo que está pasando. Los trabajadores, que siempre hemos luchado por un salario mínimo, vital y móvil, hoy estamos en este encuentro porque queremos recuperar la garantía de los derechos humanos para todos los niños y niñas, sin importar de que pueblo o provincia sean. En este encuentro tenemos que irnos con ese imaginario, sabiendo que necesitamos una visión nacional para ue haya una niñez igualitaria y no se siga profundizando la desigualdad y al pobreza”.

Sobre el cierre, Gustavo Martínez, secretario general de CTA-A Santa Fe, hizo entrega de una distinción a Víctor de Gennaro, fundador de la Central de Trabajadores de la Argentina, quien visiblemente conmovido recibió el reconocimiento y expresó: “tuve el privilegio de recorrer el país con los pibes, marchando. Ahí aprendí cosas maravillosas todos los días. Los pibes que marchaban con sus organizaciones, habían aprendido de los educadores populares, que podrían cambiar su destino, ese que sólo parecía ser una bala policial, la cárcel o la droga, o la salvación individual. Esos pibes se salvaron a si mismo, pero decidieron además marchar por el país demostraban que podrían cambiar ese destino que era terminar en cana, una bala policial, la droga, el afano o la salvación individual. Esos pibes se salvaron a sí mismo pero además decidieron marchar por todo el país porque había otros millones de pibes que estaban en peligro. Hoy tenemos a siete millones de pibes menores de 18 que viven en la pobreza. Hay que ser capaces de enfrentar que al hambre es un crimen como esos pibes nos enseñaron”.

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